Vía a Mongolia con Hummer Expedition (2da. parte)
Nuestro próximo destino Mongolia. Luego de una antesala de espera donde nos tuvieron una hora junto a otros vehículos. Nos revisaron los pasaportes, luego abrieron unas compuertas y dan entrada a los vehículos de tres en tres. Los tramites aduanales e inmigración del lado ruso, se realizan en aproximadamente en 4 horas. Luego de todo esto, no revisaron la Hummer, les llamó la atención y sólo querían verla.
Hummer Expedition en Mongolia
Es interesante acotar que entre Rusia y Mongolia hay 28 kms y es considerada como tierra de nadie. Esta zona está constantemente vigilada por los rusos, las personas en este trayecto no pueden bajar de sus vehículos. Es bueno acotar que nunca fuimos maltratados en Rusia, siempre fuimos bien tratados, la única dificultad fue el idioma.
Finalmente entramos a Mongolia, preguntándonos como sería el asunto de inmigración y aduana en este nuevo país. Realmente, quedamos sorprendidos, los funcionarios son extremadamente educados y siempre con una alegre sonrisa nos dieron un trato de altura. Por otro lado,nos llevó sólo 40 minutos salir de la aduana. Además, tuvimos que esperar 20 minutos, ya que el personal querían ver la Hummer por dentro y por fuera.
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En lo que respecta a nuestra opinión del territorio Mongol, el terreno fue siempre muy bello, la famosa Estepa Mongolia. Incluso, apareció desde antes de la frontera con Rusia, es una sabana infinita que cubre casi la totalidad del país. Exceptuando, algunos lugares donde predominan rocas bellísimas bañadas de líquenes y algunos grandes lagos entre otras.
Las vías en Mongolia
Fue un cambio radical de paisaje, cultura y de gente, sobre todo de ánimo, solo veíamos pinos, abedules y trigo. Pero, la gran sonrisa y la simpatía del ciudadano Mongol nos sedujo desde el principio. El bello paisaje nos hizo sentir mucho más libres y dueños de nuestro tiempo.
La carretera es lo único terrible de Mongolia. Por ejemplo, las vías están en muy mal estado o las famosas costillas de perro, como las llamamos en Venezuela. Estas, carreteras se hicieron presentes desde que entramos en este territorio, parece como si rodáramos sobre las vías de tren. Por otro lado, el polvo nos acompaño desde el principio, causándonos desagradables molestias respiratorias.
Olgly entre bellas montañas
A nuestra llegada al primer pueblo llamado Mongol, se hizo patente aún más, lo limitante de la lengua para nosotros. Obviamente, comenzaron nuestros problemas de comunicación quizás peor que en Rusia. Aunque, debemos acotar que ha sido mucho más fácil conseguir gente que por lo menos conozca algunas palabras en ingles. Esto, facilitó las cosas, pero siempre con la divertida forma de ser de los Venezolanos que nos manejamos muy bien.
Olgly se llama el primer pueblo que visitamos en Mongolia, y como casi todas los poblados están rodeados por montanas bellísimas, en general estos son bastantes descuidados; las estaciones de combustible son muy viejas, tanto así que algunas son de manivelas, pero afortunadamente nunca hasta ahora nos ha faltado el preciado combustible.
Un país totalmente nuevo
Mongolia es un país con 1.500.000 Km. de extensión y sólo tienen un aproximado de 2.5 millones de habitantes. Este abrió sus puertas al mundo en el 2004 y es de suponerse que es un país totalmente nuevo a nuestro mundo y nuestras costumbres. Ellos son muy simpáticos y abiertos a comunicarse. Algo curioso es lo que pasa con el idioma, éste cambia de región a región.
Tenemos un comunicador oficial que es chicho, y un traductor que es Javier. El alfabeto es diferente al nuestro, los mapas vienen en el idioma oficial. Hay que traducir la lectura, principalmente para las señalizaciones que es el problema principal.
Perdidos en Mongolia
Durante esta etapa notamos lo equivocados que estábamos con los mapas, estas muestran rutas en rojo. La sorpresa es que no existen y las existentes están destruidas, además los GPS, no encuentran las rutas. Tuvimos que hacer como los viejos expedicionarios, retomamos la brújula, chicho como copiloto junto a Javier dimos con las rutas. Lo problemático es que se encuentra una carretera y de repente se divide, te obliga a tomar decisiones. Siempre en los campamentos se estudian las rutas pero hay cosas que son impredecibles.
Recorriendo la región de Altay, posiblemente la más bella que hemos visto, perdimos la placa del Hummer. Esto fue en uno de los pases de ríos de deshielo, Nos dimos cuenta al ver las fotos tomadas por chicho minutos antes, esto había sido a más de 25 Km. Tuvimos que retornar al lugar donde suponíamos que la habíamos extraviado. Javier se metió y la encontró dentro de uno de los ríos, esto nos dejaba lejos de nuestro objetivo.
Conociendo un Yurta
Decidimos acercamos a una familia en un Yurta ,nombre que se le da a las viviendas tradicionales en Mongolia. El idioma local es Gerr, esta fue una de las mejores experiencias que habíamos tenido hasta este momento. Fue algo importante para ellos como para nosotros, eso se debió a la convivencia que compartimos con el patriarca de la familia. Un anciano que con su simpatía y su simplicidad daba como transparencia el cariño que nos transmitía.
Esa noche chicho cocinó una pasta en el campamento y le llevamos un poco para que lo probaran. Quedamos gratamente sorprendido al entrar al Yurt, observamos que habían sacrificado un chivo para darnos una parte; no dudamos en cocinarlo , fue una gran experiencia.
Continuando el viaje
Al siguiente día bien temprano, nos invitaron a tomar leche de Yegua con pan y una sopa que es tradicional. En honor a la verdad la sopa no nos gusto mucho pero, para ellos es el desayuno ideal y de suma importancia.
Continuamos por este valle de impresionante belleza por las carreteras que no dejan de ser durísimas y agotadoras. Siempre al final de la tarde montamos campamentos, como sólo oscurece a las 23 horas, da tiempo de rodar un poco más.
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A las 7 de la mañana nos preparamos para ir rumbo a la ciudad de Altay. En el camino encontramos algunos participantes del Mongolia Rally el más famoso del país, ayudamos a un equipo de ingleses y americanos que tenían problemas en el radiador con el electro ventilador, cables de bujías y otros, la experiencia de Luis Alves en mecánica, ayudo a subsanarlos problemas mecánicos y eléctricos, pudiendo continuar en la carrera.
De nuevo falló el GPS
En la carretera nos esperaba nuevamente otra falla en la navegación del GPS estuvimos como dos horas rodando para conseguir nuevamente el track que nos guiaba; esto nos llevó a un lugar mágico por un paisaje que solo veríamos en aquel sitio, la vía finalizaba en un lago bellísimo. Por dos días no hubo costillas en la carretera (vías en mal estado) y conseguimos un sitio espectacular alrededor de un lago que era una mezcla de lago, médanos y un sistema rocoso que gracias a la búsqueda de la ruta solamente la pudimos observar en este sitio.
La cantidad de águilas eran impresionantes, la pudimos observar durante gran parte del recorrido. Avanzamos 250 Km. y en la vía no vimos un solo vehículo, excepto los que conseguíamos en algunos de los pueblos que fuimos consiguiendo en el camino. El día terminó con la llegada a la ciudad de Bayanhongor, donde descansamos y probamos comida de verdad.
Bayanhongor cerca de la capital
Unos 330 Km. nos separaba de la capital de Mongolia Ulaanbaatar, en un momento nos alegramos al pasar un peaje y tener por 180 Km. una carretera asfaltada, ¡El único que conseguimos en todo el país! Cuando estábamos a unos 80km antes de la capital, vimos con tristeza un camino en malas condiciones; por cierto que nos encontramos con el único concesionario Chevrolet de Mongolia, su nombre es Nomin, nos paramos y hablamos con ellos, fueron muy gentiles, de inmediato nos llevaron a un buen hotel con todas las comodidades
Teníamos más de 12 días acampando y nos hacia falta un buen baño con agua caliente y una buena cama, la comida seguía siendo fatal. En tres días estaríamos saliendo para el desierto de Gobi.
Ulaanbaatar capital de Mongolia
Llegar a la capital fue fascinante, es un país increíble, grande. Más de 1.5 millones viven aquí en Ulaanbaatar, una ciudad moderna, excelente comida y la gente muy simpática y cordial. Al día siguiente dejamos la Hummer en General Motors para revisarlo y Luis le hiciera el mantenimiento de rigor.
Ulaanbaatar o UB como es llamada por la mayoría, es una ciudad diferente a las que conocemos. Tienen sus Yurtas con las costumbres de sus antepasados, son bastante cómodas y por supuesto preparadas para el intenso invierno. Las mantienen limpias, y que es algo de su educación, la limpieza es increíble donde vayas estará todo muy limpio. Esto se ve en toda Mongolia.
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Las características como gente que está entrando en un mundo moderno, la mayoría de las personas tienen celular. En los centros comerciales se ven marcas comerciales conocidas, hay lugares de comida rápida con sabores nacionales o la occidental. Es de suponer que dentro de poco tiempo será un ciudad muy Cosmopolita y con oportunidades muy grande de negocios. La población tiene 9.1% de alfabetización y están bien capacitados para el desarrollo moderno.
La población femenina es mayor que la masculina
Las mujeres son el punto alto de la economía, la población femenina es mayor que la masculina. Inclusive, trabajan en el campo, siempre están elegantes, manejan y dirigen las tiendas, empresas, restaurantes, y por supuesto la moda. Mientras que, en los bancos casi no se ven hombres y difícilmente ver a uno en una tienda. Por otro lado, se pueden observar construcciones modernas, pero siempre conservando su cultura.
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Pasamos tres días en la capital, encontramos varios Hummer. Igualmente, vimos Ferraris Testarrosa y todas las marcas conocidas como Toyota, Mitsubishi, Nissan, BMW entre otras. También, compartimos con su gente la primera medalla de oro de los juegos olímpicos de su historia. Por otro lado, agradecimos al amigo Buynaa, el haber estado con el team y habernos atendido. Es una gran persona y amigo.
Mongolia Rally
El sábado fuimos invitados por General Motor, a presenciar la llegada del Mongolia Rally, una carrera de 300 carros inscritos. Estos salieron de Londres, llegando sólo 38 en buen estado, entrando al país por rutas diferentes. Nos cuentan que hasta un mes después de haber terminado el rally siguen llegando vehículos, participamos en esta fiesta. También, nos agradecieron la ayuda que brindamos a varios competidores, Luis Alves fue el héroe de varios de ellos. Los vehículos son donados a la organización del evento y estos a su vez los subastan y el dinero es utilizado por las ONGs, en beneficio para el país.
Como han podido notar el viaje cada vez se hace más interesante. En el último capítulo, leeremos peripecias y anécdotas de estos expedicionarios que nos llevarán hasta el maravilloso desierto de Gobi…
Escrito por Senderos por Venezuela
Fotografía: Javier Mesa
Fuente; Hummer Expedition